Desde hace más de 24 siglos, numerosas culturas han estado estrechamente vinculadas con el cultivo y uso de los cereales; por ejemplo, el arroz ha sido el principal alimento para los pueblos del Medio Oriente, mientras que los mijos y sorgos para los países de África y Asia. En Europa, desde las culturas más primitivas hasta las modernas sociedades de la actualidad han dependido tradicionalmente del trigo, centeno y cebada. En el nuevo mundo, el maíz, elemento del primer orden en el desarrollo de las culturas Meso y Sudamericanas, sigue siendo el principal y más abundante alimento para los habitantes de América Latina.

Desde el conocimiento más remoto en la historia, los cereales han sido considerados como la columna vertebral de la agricultura y el manantial más prolífico y abundante de alimentos.

En todo el mundo, el cultivo de cereales representa más de 706 millones de hectáreas de cultivos, es decir, casi el 15 % de la superficie mundial y 2 600 millones de toneladas de cereales. Francia es uno de los mayores exportadores de cereales del mundo, que cultiva 11 millones de hectáreas de tierra, es decir, la mitad de las tierras cultivables del territorio. En el mundo, los mayores productores son China, India y Estados Unidos.

En orden, los cereales más producidos del mundo son: Maíz, Trigo, Arroz, Cebada, Sorgo, Avena y Centeno.

El maíz es, sin lugar a duda, el cereal más producido, con una cosecha de casi 1.100 millones de toneladas en 2018/2019, seguido por el trigo (734 millones de toneladas) y por el arroz (495 millones de toneladas). Estos 3 cereales juntos representan casi el 90% de la producción mundial de cereales.

   Fuente: Elaboración propia con datos de Global Graphic (2020) 

Por lo anterior, los cereales crean innumerables fuentes de trabajo necesarias para su cultivo como para su comercialización, distribución e industrialización.

Los cereales han sido el sustento del planeta, ya que son los cultivos más eficientes en la producción neta de alimento por hectárea. Los diferentes géneros están adaptados para producir en la mayor parte de los ecosistemas del mundo. Son cultivados desde las regiones tropicales y subtropicales con altas temperatura y precipitación pluvial hasta los lugares más inhóspitos y desérticos.

Es importante reconocer que el cultivo de estas plantas de ciclo anual o no perenne da la oportunidad de producir en aquellas regiones donde las condiciones climatológicas requieren una planta que se desarrolle y madure en un corto periodo de tiempo (90-130 días) o que aproveche los ciclos estacionarios de lluvias y deshielo.

Dentro de las múltiples virtudes del cultivo y la producción de cereales destaca la de que su fruto maduro es un grano no perecedero que puede ser almacenado para utilizarse paulatinamente como alimento o conservado como semilla para siembras futuras. Además, los cereales son procesados en comidas con muy poco gasto energético y en corto tiempo, lo cual adquiere mucha importancia en aquellos lugares donde la disponibilidad de fuentes energéticas (leña, carbón) para el cocimiento de alimentos es baja.

PRODUCCIÓN DE CEREALES EN MÉXICO

La producción de cereales es actualmente, en el pasado ha sido y lo será en el futuro, la actividad productiva central del país, por su importancia en la alimentación de la población, que a diario y en cantidades significativas los consume. No hay lugar del país, y del mundo, donde no se produzcan. Además, la industria alimentaria de productos como tortillas, panes, pastas, galletas, alimentos balanceados, etc., generan gran cantidad de trabajo de manera directa e indirecta, aportando significativamente valor al producto interno bruto.

Según la FAO, México produce cerca de 900 cultivos, de los cuales 12 son considerados estratégicos, entre ellos se encuentran el maíz, el frijol, el trigo, el arroz, y otros granos básicos de nuestra alimentación y cultura.

En promedio de 2004 a 2008 se produjeron más de 85 millones de toneladas de cereales, los cuales representan 38.6% del volumen total de productos agrícolas mexicanos.

Los principales cereales que México produce son: trigo, maíz, avena, arroz, amaranto, soya y centeno. Hasta 2014, México destinaba aproximadamente 10 millones de hectáreas para el cultivo de cereales.

Fuente: Elaboración propia con datos obtenidos del SIAP, (2020).

México produce una gran variedad de cereales de la más alta calidad, actualmente ocupa el tercer lugar en producción de alimentos en Latinoamérica y el décimo segundo en el mundo.

En la gráfica correspondiente a la producción total de cereales en México en la última temporada del año 2020. En el caso del centeno y el mijo no se encuentran valores oficiales exactos reportados, por lo que los datos presentados son aproximaciones.

                  Fuente: Elaboración propia con datos obtenidos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera. (2020).

En México actualmente no solo los cereales son importantes, existen otros granos los cuales consideramos pseudo-cereales, ya que con ellos comúnmente no se elaboran productos. Sin embargo el uso de estos pseudo-cereales se han tenido resultados favorables, ya que los productos obtenidos tienen mayor calidad nutrimental y la mayoría de estos pseudo-ceeales se pueden conseguir en nuestro país.

Fuente: Elaboración propia con datos obtenidos del SIAP, (2020).

REFERENCIAS:

Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera.  Cierre de la producción agrícola. Anuario Estadístico de la Producción Agrícola.  Recuperado de https://nube.siap.gob.mx/cierreagricola/